jueves, 12 de enero de 2023

La Eterna Sonora Matancera, Felices 99 añitos

CRONICAS URBANAS!

La Eterna Sonora Matancera, Felices 99 añitos

Volvemos a publicar este nuestro artículo ya a muy poco de celebrar el centenario de esta estupenda agrupación cubana.

Felices 99 años de la Eterna Sonora Matancera, inmortal agrupación cubana que según los récords Guinness, es la orquesta más antigua del planeta, y la que congregó el mayor número de asistentes a un concierto, que se celebró a cielo abierto, en Santa Cruz de Tenerife en 1987. La Sonora Matancera constituye un caso único de vigencia musical en el mundo, según el criterio de historiadores como Héctor Ramírez Bedoya, José Portaccio Fontalvo y el novelista Umberto Valverde. Ellos recogen en sus obras la trayectoria de este elenco de solo nueve integrantes, que se convirtió en un ícono de la cultura popular sin fecha de vencimiento a la vista.

Según ellos, se fundó el 12 de enero de 1924, en Matanzas (Cuba), por iniciativa de Valentín Cané, que tocaba el tres, en la propia sala de su casa, con el nombre de Tuna Liberal.

En 1927, la agrupación viajó a La Habana, con dos cantantes más, Carlos Díaz Caíto y Rogelio Martínez, pescador y cocinero de profesión, respectivamente. Allí, debutaron en el teatro Alhambra y grabaron sus primeros acetatos en 78 r. p. m. con la RCA Víctor. En 1929 ingresó José Rosario Chávez ‘Manteca’ por Manuel Sánchez, ‘Jimagua’ (timbalitos). En 1935, Calixto Leicea reemplazó a Ismael Goberna. En 1937, Miguel Ángel Furias, ‘Yiyo’, se hizo cargo de la tumbadora.

Bienvenido Granda se vinculó a sus filas en 1942, para convertirse en el cantante de planta de la orquesta y es el que más grabó con ella, y, en 1944, se completó esta nómina fantástica con la llegada de Lino Frías, en el piano, y Pedro Knight, en la segunda trompeta.

Uno de los sucesos que marcaria a esta agrupación es La llegada de Daniel

Santos marcando un hito en su historia, que les traeria también la prosperidad económica, ahora poder ganar en una semana lo que antes recibían en seis meses.

“La Sonora era un conjunto musical con un estilo distinto, pero le faltaba un cantante que encajara con su música”, le confesó el ‘Inquieto Anacobero’ a Umberto Valverde, en una entrevista, que recogió en su libro La memoria de la Sonora Matancera (1997).

Y, finalmente llegaria la inigualable Celia Cruz en 1950, la guarachera de Cuba, responsable de los más altos índices de ventas con títulos como Burundanga, Juancito Trucupey, El yerbero moderno y el bolero Tu voz, entre tantos otros.

Pero mientras sus integrantes poco fueron objeto de cambios, al menos durante su estadía en la isla, los vocalistas que pasaron por allí sí que constituyeron una multitud, desde los más encopetados hasta los más humildes, llevando de por vida ese gran honor. “Cantar con la Sonora Matancera o siquiera grabar un tema con ella era el pasaporte que le daba vía libre al mundo de la farándula”, acota Portaccio en su libro Ochenta años de la Sonora Matancera (2004).

Desde los inmortales Daniel Santos, Bienvenido Granda, Celia Cruz y Nelson Pinedo, entre otros, que grabaron decenas de discos, hasta los que tan solo pudieron grabar uno o dos, estuvieron igualmente orgullosos por el resto de sus vidas. Los especialistas coinciden en una cifra cercana a 62 los cantantes que pasaron por la Sonora.

Razones de su larga vida

Son varios los argumentos que se esgrimen para explicar su prolongada vigencia en el gusto popular. Coinciden en la figura de su director, Rogelio Martínez, motor de esta organización, quien con pulso férreo la llevó al sitio de honor que ocupa. Y a un sexto sentido que poseía, de saberles escoger los temas a los cantantes, según la tesitura de sus voces.

 También contribuyeron un mago de la consola, Medardo Montero, que inventó técnicas nuevas de grabación; el arreglista Severino Ramos, cuyas fórmulas musicales jamás repetía en cada partitura y que adaptaba a la personalidad de cada vocalista y, por último, a un valor agregado que no tiene precio: la fidelidad a toda prueba de sus integrantes, que no fueron cambiados al menos durante el tiempo de su permanencia en la isla. Por esos motivos impuso un formato único: el formato de la Sonora, que rápidamente hizo escuela

y Como en un acto de magia, comenzaron a brotar por doquier la Sonora Mexicana, la Sonora Malecón, en Puerto Rico. En Venezuela, la Sonora Caracas. En Colombia, la Sonora Tropical, de Juancho Esquivel; la Sonora del Caribe, de César Pompeyo; la Sonora Silver, de Lucho Bermúdez, y la Sonora Antillana, de Edmundo Arias.

No podemos dejar de mencionar a la Sonora de Lucho Macedo en Perú, que resultó ser la más exitosa de todas.

Con el ascenso de Fidel Castro al poder, en 1959, por desavenencias con el régimen, la Sonora viajó a México el 15 de junio de 1960, para no retornar jamás. Este hecho partió en dos la historia de la agrupación.

Dejaron atrás los apegos del terruño y su zona de confort, y se enfrentaron por primera vez a los desafíos del extranjero, donde no eran escuchados con los oídos del distante ayer, pues parecía que el sonido no era el mismo, inconfundible, que habían conseguido en los estudios de grabación de Radio Progreso.

En el país azteca ya no contaron con el percusionista Simón Domingo Esquijarroza, ‘Minino’, que regresó intempestivamente a la isla, dejando los timbalitos bajo el cuidado de Manuel Muñoz, ‘Papaíto’, hasta cuando el grupo se radicó definitivamente en Estados Unidos, en 1962.

En 1965 se fueron Celia Cruz y Celio González, y un año más tarde finalizó el contrato con la Seeco, que los llevó a crear su propio sello, MRVA, con otra nómina de cantantes que trajeron un nuevo aire al conjunto. Con la salida a regañadientes de la insustituible Celia Cruz, se vinculó por primera vez, a un ramillete inusitado de vocalistas femeninas, representado por Linda Léida, la colombiana Gladys Julio y la soprano Kary Infante. En 1967 se retiró Pedro Knight y fue reemplazado por el dominicano Emilio Aracena ‘Chiripa’, que siguió hasta 1971.

La agrupación se fue alejando definidamente de sus derroteros iniciales y ya no tuvo el sonido primigenio. En 1971 ingresó Eladio Peguero, ‘Yayo el indio’, como cantante de planta.

En 1976 se retiró su pianista insigne Lino Frías, aquejado por la artritis, y fue sustituido por Javier Vásquez, hijo del fundador Pablo Vásquez, ‘Bubú’, y tuvieron la oportunidad de pasarse a la nueva tecnología del piano y el bajo electrónicos.

En las trompetas, los cambios son numerosos, que vinieron a detenerse con la inclusión de Alfredo ‘Chocolate’ Armenteros, que permaneció hasta 1980, cuando llegó a suplirlo el finado dominicano Héctor el ‘Bomberito’ Zarzuela, que a su vez fue relevado por Félix el ‘Junior’ Vega.

En ese año se fue uno de los grandes, Ángel Alfonso Furias, ‘Yiyo’, y la tumbadora quedó a cargo de Alberto Valdés. En 1990 falleció el icónico ‘Caíto’, y se vinculó en su lugar Fernando Lavoy, quien murió trágicamente dos años después.

Puede decirse que la Sonora pensó mucho su paso a la salsa, en ese afán de exprimir su formato hasta el agotamiento. Tan solo en 1981, de la mano de La Fania, cuando Johnny Pacheco, su admirador de toda la vida y quien había confesado su inmensa deuda con ella, al momento de fundar su conjunto, la invitó a grabar un álbum para su sello Bárbaro, con los arreglos de Javier Vásquez, acompañados de la voz de su paisano, el matancero Justo Betancur, grabación con la que rompió amarras con el pasado e ingresó en los campos de la triunfante salsa, con un éxito espectacular en las ventas.

En 1984, el elenco volvió a grabar con la voz del boricua Ismael Miranda. Hasta cuando, en 1993, decidieron grabar su última producción con el nombre De Nuevo México, para despedirse por la puerta grande, con corte de rabo y oreja, con ‘Yayo el indio’ como solista.

El resultado fue un gran trabajo, producido nada menos que por la filial latina de la Warner Brothers, en el que, por fin, un estadounidense tocó con la Sonora, el trompetista Ken Fradley.

El 13 de mayo del 2001, al fallecer Rogelio Martínez, se pensó que la agrupación desaparecería, pero Rogelio Martínez júnior decidió continuar, con Javier Vásquez como director. Fue cuando radicaron su sede en Las Vegas, Nevada, para irradiar desde allí su música hacia todo el mundo.

En 2009, la Sonora Matancera graba el álbum con el vocalista puertorriqueño Darío Rosado con el sugestivo título de Hay Sonora Pa’Rato, que intentó darles la tranquilidad a todos sus seguidores que aun teníamos sonora.

Hoy queremos recordar a esta gran agrupación cubana, y decir quien no gozo con un tema de esta extraordinaria orquesta sería un sacrilegio, desde aquí nuestro homenaje en este dia tan especial para LA GRAN SONORA MATANCERA, de estos sus humildes admiradores de siempre, el grupo “MAS SALSA QUE PESCAO PERU” Y TU “RADIO MAS SALSA PERU”

Maelo Zarate, Callao, Perú



https://youtu.be/vIKlnTyRetk

lunes, 9 de enero de 2023

Recordando a ‘La Charanga 76’

 CRONICAS URBANAS!

Recordando a ‘La Charanga 76’ 

A finales de 1975 Mike Garcia flautista en ese tiempo de la orquesta novel le manifesto a Felipe Martinez que queria hacer con el una nueva charanga , el en su mente tenia varias ideas , donde no tenia oportunidad de hacerlas con la novel en esos meses de ese año 1975.

Pipo como cariñosamente le decian estaba con una charanga llamada tipica new york dirigida por el violinista Mike Perez , en ese momento le gustó la idea que tenia desde hace rato donde siguio buscando personal para su nuevo proyecto y lo primordial eran los cantantes.

En ese momento hansel un muchachito que tocaba los timbales con una orquesta en new jersey llamada la habana brass le gusto la idea de participar contandole a su amigo raul , quien en ese momento era un gran bolerista donde cantaba en los clubes nocturnos de nueva york y new jersey , ellos aceptaron la idea mientras juntos participaban en diversas fiestas locales a "descargar" y es ahi donde el puede apreciar el empaste de sus dos voces.

Con el pasar del tiempo Pipo le menciona a otro gran cantante llamado ronnie baro quien tambien fuera vocalista (quien le hizo coros en la tipica new york) donde pudo contar con el y tambien con el timbalero Joe "Papo" Boine tambien de la tipica new york.

Boine trajo a Danny Gonzalez quien se encargo de tocar la conga (que tambien toco por mucho tiempo con la orquesta broadway)

Se unieron mas adelante David Castro en el bajo , en los violines Joe Sherman y Pierre Les Coflair , y en la flauta Mike Garcia ( quien para ese momento a su hijo se le presento un gran problema de salud) su reemplazo fue la flautista que mas se le conoce, Andrea Brachfeld , esta venia tambien de la tipica new york.

Mas Salsa que Pescao!

https://youtu.be/FI0lPyhIbcE

https://youtu.be/Kv55wP_8vz4


San Juan 73

 CRONICAS URBANAS!



FANIA...San Juan 73 el disco perdido por más de 36 años.

Es  el sexagésimo sexto álbum de Fania All-Stars y el trigésimo en vivo, grabado en el Coliseo Roberto Clemente, en San Juan (Puerto Rico), durante el concierto que se realizó en 1973, pero que fue publicado casi 36 años después.

Los exitosos conciertos de Fania All-Stars, sumado a los éxitos individuales de sus miembros (Héctor Lavoe, Celia Cruz, Willie Colón, etc), motivó a los productores a llevar el mega espectáculo “de regreso a casa”. Ya que muchos de los miembros de la orquesta eran natales de Puerto Rico, o en su defecto, descendían de inmigrantes puertorriqueños, los productores decidieron realizar el primer concierto en la isla, que fue todo un éxito.

El lugar elegido por la producción fue el Coliseo Roberto Clemente, que a propósito había sido terminado a principios de 1973. Los planes de Johnny Pacheco y sus socios coincidieron con la construcción del estadio, y vieron en este acontecimiento una lucrativa oportunidad, ya que fueron los encargados de inaugurar el recinto deportivo.

El tan esperado concierto se realizó en febrero de 1973, apenas unos días después de la terminación de las obras del recinto deportivo. Al lugar asistieron aproximadamente 11.000 personas, a pesar de que el coliseo tenía capacidad para 10.000 espectadores.

El espectáculo contó por primera vez con las actuaciones en solitario de los artistas vocales de la Fania, tales como Héctor Lavoe, que cantó por primera vez su primer éxito en solitario, “Mi gente”, que luego fue publicado en su álbum debut: La voz (1975).

NUNCA SALIÓ A LA VENTA

“San Juan 73” iba a salir al mercado, al año siguiente, pues había otros proyectos pendientes con los artistas de la disquera, y se estaban planeando nuevas presentaciones en vivo. Entre esos proyectos llegó la “loca” idea de Jerry Masucci, que logró rentar el Yankee Stadium, en Nueva York, para su ambicioso proyecto, que llegó a ser el más exitoso de la historia de la música latina.

El concierto se realizó con éxito el 24 de agosto de 1973, y como resultado de este concierto nacieron los álbumes Live at the Yankee Stadium Vol. 1 y Vol. 2.

La disquera pensó que el proyecto de San Juan, iba a ser menos exitoso que el del Live at the Yankee Stadium, pues el concierto realizado allí había llenado por completo la capacidad del “Yankee” (45.000 espectadores), y creyeron que el proyecto anterior resultaría “poco vendible”, pues de alguna manera, el proyecto vigente resultaba más apetecible.

Fue así como el álbum en vivo de San Juan, quedó listo para la venta, pero esto nunca sucedió.

LA PUBLICACIÓN

Casi 36 años después, un funcionario de la disquera, encontró varias cajas del material, archivadas en unas bodegas. Fue tan inesperado e invaluable el hallazgo, que se publicaron todos los discos archivados, que debieron ser remasterizados para poder ser vendidos, ya que se trataban de auténticos LP.

Más Salsa que Pescao!

https://youtu.be/CoPYPhGY6yQ

https://youtu.be/jNhatDHgs18?list=PLpJ4hSKuh3nXK9i5kS7clpPuNrqYTuFqp

https://youtu.be/v2cNNhO9T6Q?list=PLpJ4hSKuh3nXK9i5kS7clpPuNrqYTuFqp

En 1974, Fania All Stars en Africa

 En 1974, Fania All Stars en Africa



El vuelo privado hacia el Zaire, hoy la actual República Democrática del Congo, iba repleto de artistas no solo de Fania All Stars, sino de las máximas estrellas del sello Motown, entre ellos el cantante de soul, funk y rock, James Brown, las Pointers Sisters, los Spinners, B.B. King, entre otros.

En africa los esperaban los mejores artistas de ese continente para una serie de conciertos organizados como parte del evento ‘Zaire 74’, organizado por ese país y que además de presentar el encuentro de box entre Muhammad Alí y George Foreman, estaba destinado a promover la solidaridad racial y cultural.

El vuelo partió de Nueva York hacia Kinshasa, capital del Zaire, y como era de esperarse fue muy largo. Hasta que llegó un momento en que todos se miraban las caras. Celia Cruz no sabía qué más hacer así que para salir del aburrimiento empezó a bromear y a cantar con Johnny Pacheco. «Johnny sacó su flauta y yo me puse a cantar y a marcar el tiempo con un zapato. Los americanos se asombraron de nuestra energía«, recuerda.

De pronto, Pupi Legarreta sacó su violín, alguien improvisó un güiro con un peine y una lata de cerveza, Ismael Miranda se puso a bailar y Nicky Marrero acompañó con las palmas. El avión era una rumba a más de 30 mil pies de altura que hasta el sonidista se puso a bailar.

Ya en Kinshasa, los artistas fueron recibidos con limusinas y filas de gente por toda la ruta. Era un indicio de que iba a ser un gran espectáculo. Pero hubo un detalle importante que a Celia le llamó mucho la atención.

«Toda esa gente gritaba: ‘¡Pacheco! ¡Pacheco! ¡Pacheco!’ Fue increíble cómo en esa tierra tan lejos del Caribe, Pacheco era el rey. No vi que le hicieran lo mismo a James Brown ni a ninguno de los otros artistas estadounidenses. Todo eso parecía ser por Pacheco nada más», narra.

Llegado el día del concierto había una gran expectativa de los artistas para conocer la reacción de ese público que les había dado tantas muestras de cariño desde su llegada. El estadio Tata Raphael de Kinshasa, estaba repleto de gente, aproximadamente 80 mil personas.

«Era un mar de negros gozando y bailando. Pacheco me dijo: ‘Celia, tú cántales Guantanamera, y vas a ver que te la vas a comer con ellos.’ Primero les canté Químbara, pero cuando entoné ‘Guantanamera, guajira guantanamera’, esa gente sí que se encendió. Aplaudieron, bailaron, cantaron y gozaron sabroso. La verdad es que a mí me sorprendió mucho saber que la Guantanamera había llegado hasta el África. ¡Qué cosa, mi madre!», cuenta Celia en su libro «Celia, mi vida», escrito en colaboración con la periodista Ana Cristina Reymundo.

Las imágenes de ese espectáculo en el que el propio Héctor Lavoe fue cargado por el público luego de cantar ‘Mi gente’, no solo fueron rescatadas en el DVD del concierto de Fania en África, bajo la dirección del cineasta León Gast, sino también en el documental que se hizo sobre esa visita con imágenes inéditas de aquella visita.

«Debo decir que, en general, en Zaire nos trataron muy bien. Hasta nos iban a organizar un safari para ver a los animales y todo, pero Pedro y yo teníamos un compromiso en Venezuela y por eso tuvimos que regresar. Además, le dije a Pedro: Mira, si quiero ver animales mejor me voy al zoológico del Bronx, porque no quiero andar brincando el jeep por ahí para ver si, de suerte, nos sale un león bien furioso. Nos montamos en el avión y nos fuimos del África».

Anécdotas de la reina rumba Celia de cuando les canto a los africanos la guantanamera en tan tan magno evento.

Mas Salsa que Pescao!

https://youtu.be/-SJfoBFjdnQ

https://youtu.be/S-GMKHh53f8

LO MATO (Si No Compra Este LP)

 CRONICAS URBANAS!



LO MATO (Si No Compra Este LP)

Héctor Lavoe fue el vocalista más mercurial que la música afrocaribeña haya conocido. El equivalente de salsa, a una estrella del rock and roll.

La discografía de Lavoe se destaca como una joya especialmente apreciada en la corona del Imperio Fania, y además la asociación entre Lavoe y el  trombonista, productor y compositor Willie Colón, en un momento en que ambos artistas estaban en el pico de sus poderes.

Lo mato es el octavo y penúltimo álbum de estudio de Willie Colón en dupla con Héctor Lavoe, lanzado en 1973 por el sello Fania Records. La portada de este LP cuenta con Willie amenazando a su víctima con una pistola, en la contraportada aparece la víctima reduciendo a Colón. 

A pesar de que la relación profesional entre Lavoe y Colon ya estaba tensa cuando se lanzó “Lo Mato” en 1973, no lo sabrías escuchándolo. La voz gutural de Lavoe suena conmovedora y madura, mostrando su impecable sincronización y su contagioso sentido del humor. Colón llenó la sesión con el rugido característico de sus solos de trombón. También resultó que escribió algunas de las canciones más inspiradas de su carrera. Melodías como “El Día De Suerte” y “Todo Tiene Su Final” son entradas indispensables en el cancionero de Colón / Lavoe.

Escuchar el tema de apertura "Calle Luna Calle Sol" (utilizado hasta el día de hoy por Colón como parte de un popurrí de viejos éxitos que interpreta al comienzo de sus conciertos) es suficiente para darnos cuenta de que "Lo Mato “ha envejecido notablemente bien. La combinación de trombón irregular, sabrosas líneas de piano y una sección rítmica sólida como una roca suena atemporal y moderna. Los sonidos son cálidos y rústicos, evocando la rica textura de un vino añejo.

Líricamente, hay un trasfondo de oscuridad que impregna el disco. Desde el tono agresivo de su título humorístico, Lo Mato Si No Compra Este LP– Te mataré si no compras este LP– hasta la advertencia de Calle Luna Calle Sol de una calle que debe evitarse a toda costa porque está infestada de criminales, la colección está impregnada de amargura y pesar.

El desgarrador "El Día de Suerte" es una especie de historia autobiográfica, con Lavoe lamentando la muerte de sus padres y esperando que su mala suerte algún día cambie. El ritmo alegre y el coro infeccioso subrayan el dolor y la resignación en la entrega del cantante.

“Todo Tiene Su Final” es igualmente sombrío, estableciendo un surco implacable contra una meditación fatalista sobre el hecho inevitable de que todo en este mundo, desde la racha ganadora de un campeón de boxeo hasta la vida útil de una hermosa flor, debe llegar a su fin. 

Claramente, Colón tenía una comprensión perfecta de la sensibilidad de Lavoe cuando se trataba de escribir canciones para él. Y el cantante no tuvo problemas para hundir sus dientes en un material tan complejo y ambicioso.

A Colón le encantaba agregar variedad a sus discos, y “Lo Mato” no es una excepción. “La María” explora su enamoramiento con el ritmo cadencioso de la samba brasileña, y el largo instrumental “Junio '73” coquetea con el jazz latino, entregando un solo de timbales casi orgiástico.

El disco “Lo mato” fue el último trabajo de la trayectoria artística de la “Orquesta de Willie Colón” y Héctor Lavoe. 

Créditos:

Santi Gonzalez - Bajo

Jose Mangual - Bongos

Louis Romero - Timbales

Joe Torres - Piano

Eric Matos - Trombón

Willie Colón - Trombón

Milton Cardona - Conga

Cantante principal - Héctor Lavoe

Coro - Johnny Pacheco, Justo Betancourt, Willie Colon

Productor - Willie Colon & Jerry Masucci

Director de grabación - Johnny Pacheco

Ingeniero - Jon Fausty

Diseño del álbum original - Ron Levine

Locura Mecánica - Steve Higgins

dato adicional: el Modelo para foto original es Jose R. Padron, no Gabriel García Márquez jajaja

Grabado - Good Vibrations Sound Studios

Realmente toda una joyita, como para escucharlo de principio a fin!!

MasSalsaquePescao!

https://youtu.be/x3R0gxMiqeQ?list=PL0LeaI4W7Oc9C-fTKhPIFj1uncIkn1cY7

https://youtu.be/eavMaLKEEAw?list=PL0LeaI4W7Oc9C-fTKhPIFj1uncIkn1cY7

https://youtu.be/1pULFL4r8g4?list=PL0LeaI4W7Oc9C-fTKhPIFj1uncIkn1cY7

https://youtu.be/ebmc4qNJlE0?list=PL0LeaI4W7Oc9C-fTKhPIFj1uncIkn1cY7


La Eterna Sonora Matancera, Felices 99 añitos

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